Hay que reconocer que invertir de manera inteligente es acerca de controlar lo controlable. ¿Puedes controlar al mercado? ¿Puedes controlar las subidas y bajadas de precios hoy, mañana, este mes o año? Acuérdate que el corto plazo estás bajo los designios del mercado, pero existen ciertas cosas que si puedes (y debes) controlar:
- Tus costos de corretaje: haciendo pocas transacciones, de manera rara, con paciencia y de forma barata
- Tus costos de propiedad: evitando comprar fondos o acciones que impliquen grandes costos anuales
- Tus expectativas: usando el realismo, no la fantasía, para pronosticar tus rendimientos
- Tu riesgo: decidiendo qué parte de tus activos totales pones en acciones, qué tanto en bonos, qué tanto en efectivo. Decidiendo qué tanto diversificas y rebalanceas tu portafolio.
- Tu pago de impuestos: Manteniendo tus acciones o fondos por lo menos de 1 a 5 años, para bajar lo gravable de tus ganancias de capital.
- Y lo más importante: tu propio comportamiento. Hemos hablado de que el atributo más importante del inversionista inteligente es su capacidad de pensar por sí mismo y no dejarse llevar por lo que dice el mercado. En el momento en el que piensas anticiparte al mercado y salir avante al escuchar rumores y/o seguir al mercado, pierdes tu principal ventaja. En cambio, como vimos en el post anterior, cuando el Sr. Mercado te de limones, haz limonada: véndele caro cuando esté dispuesto a pagarle y cómprale barato cuando (como ayer) se ponga de pechito.
Recuerda que invertir no es acerca de ganarle a otros en su juego. Es controlarte en tu PROPIO juego. No te conviertas en tu peor enemigo. ¿Cómo vas a medir el éxito en tus inversiones? ¿Si le ganas a Warren Buffet? En lugar de esto que el éxito sea que tus inversiones te ayuden a cumplir TUS metas. ¡Éxito!
Leave a Reply