Hace poco leí un artículo que encontré en Dinero Inteligente, en el que Gianco Abundiz, locutor del programa Saber Gastar que se escucha en radio Acir (en el DF), platica de un plan para salir de deudas. En resumidas cuentas, el plan cuenta con 4 pasos:
1. Recuento de los daños: qué, a quién y cuánto debes y pagos mínimos
2. Negocia por una reestructuración de deuda
3. Cambia tu forma de gastar
4. Consolida (o cambia) tus deudas por unas más baratas
En general me parece una técnica muy completa, aunque me dejó una duda. ¿Cuánto de mi presupuesto debo destinar a pagar mi deuda? ¿Cómo reacomodo mi vida de tal manera que no me vaya a morir de hambre?
Te voy a platicar de una técnica del libro “El hombre más rico de Babilonia” (es la segunda o tercera vez que lo recomiendo) que es muy práctica y funcional. En “El hombre más rico de Babilonia”, se presenta el caso en el que un personaje de la historia está endeudadísimo, al grado en el que ha perdido amistades y relaciones. Cuando pide consejo a un hombre sabio, éste le contesta lo siguiente:
Destina:
• 70% de tu ingreso a tu existencia
• 20% a pagar deuda
• 10% para pagarte a ti mismo (ahorrar)
¿A qué se refiere con cada una? ¿Cómo funciona?
Si ya estás en problemas de deudas, te tengo una buena noticia. A los que les debes (acreedores) les sale más caro entrar en un proceso legal en tu contra que reestructurar tu deuda. Esto te da una ventaja (aunque no parezca): puedes pedir que te den más tiempo o que tomen menos dinero del que debías. Al final a ellos lo que les interesa es el dinero, y aunque sean molestos y te acosen, realmente es todo lo que pueden hacer. Recuerda que si te hartan debes y puedes pedir que no te molesten más por teléfono. (acude a la Condusef)
De modo que, complementando lo que dijo Abundiz, es importante que hagas una lista de tus acreedores. A quién le debes, cuánto le debes y cuáles son más importantes. De este modo tendrás un orden y podrás ir tachándolos de tu lista una vez que les termines de pagar. Haz un aproximado de tiempo, suponiendo que le pagarás la misma cantidad por mes o quincena, para cuando vayas a re-negociar tu deuda, puedas explicar en cuánto tiempo puedes pagar lo que debes. Recuerda que esta lista la vas a utilizar en el famoso 20% posterior.
De tu ingreso mensual, utiliza el 70% para vivir: comida, agua, luz, teléfono. Elimina gastos innecesarios, lujos. No se trata de morir de hambre, pero si de gastar inteligentemente.
20% lo vas a utilizar única y exclusivamente a pagar tu deuda. Aquí es donde entra en juego tu lista y donde decidirás a quién y cómo le vas a pagar. Sé realista y no te desesperes, el proceso para salir de deudas es largo: requiere disciplina y constancia, pero al lograrlo, habrás aprendido una gran lección y tu autoestima se elevará. No tengas miedo de las extorsiones y acosos, trabaja con diligencia y deja bien claro que tu intención es pagar. Recuerda que no se trata de ignorar el problema, sino de enfrentarlo. Habrá gente que te dará la espalda, pero habrá gente que valorará tu esfuerzo y valentía y yo estoy seguro que si te lo propones, saldrás de deudas y algo más importante, no tendrás miedo ante esta situación otra vez.
El 10% restante es para ti. Mucha gente se olvida de esto y así como le llega el dinero, así se le va, repartiéndolo por todos lados. Este 10% es el que te permitirá en tu futuro sin deudas llevar una vida mejor. Empieza a ahorrar y cuando juntes una suma importante, inviértela, para que genere más.
Como te puedes dar cuenta, este proceso es práctico y aplicable. Claro que requiere paciencia, pero más que nada requiere de tu voluntad y decisión para afrontar las consecuencias de endeudarse. Algunas lecciones en la vida son caras, pero cada reto debe afrontarse con los mismos valores que te ayudarán en este caso: disciplina, constancia y responsabilidad. De algo estoy seguro: si estás endeudado y sigues este proceso, quedarás inmune a próximos endeudamientos. ¡Mucha suerte!
Leave a Reply