Una breve reflexión. A pesar que no le vamos al mismo equipo, y que por muchos años la rivalidad entre Barcelona y Real Madrid dio inicio a varios debates acalorados en nuestra casa, mi hermano me compartió un video de José Mourinho hablando con uno de sus jugadores.

El tiempo nos enseña a reconocer el talento y el trabajo de todos a nuestro alrededor. A veces son compañeros, a veces rivales. Podemos incluso no gustar del 100% de las personalidades. Sin embargo, como decía Bruce Lee, siempre es bueno extraer lo valioso, descartar lo que no nos gusta y agregar nuestro propio sazón a nuestra filosofía de vida.

Mourinho da un gran discurso que tiene varias lecciones:

“Tengo 56 ahora y apenas ayer tenía 20. Hoy tengo 56. El tiempo vuela y creo que un día te vas a arrepentir si no alcanzas lo que puedes alcanzar. Hay una gran diferencia entre un jugador que mantiene la consistencia y un jugador que tiene momentos y esa es la diferencia entre un jugador extraordinario y un jugador con potencial extraordinario.

No espero que seas el jugador del partido cada partido. No espero que anotes goles todos los partidos. Solo quiero decirte, creo que te puedes arrepentir. Deberías exigir más de ti mismo. No yo exigiéndote más, nadie, yo creo que tú debes exigir más de ti.”

Destaco:

• La rapidez con que el tiempo pasa y por ende lo rápido que pasan las oportunidades.

• Reconocer nuestras inclinaciones y talentos y tener la disciplina para sacarles todo el jugo.
• La importancia de la consistencia, por encima de momentos de brillantez.
• Ser la persona que más exige de nosotros mismos.
• Minimizar la probabilidad de arrepentirnos al exigirnos más. Tal vez la única manera de ver hacia atrás con una sonrisa.

Todos tenemos talentos, fortalezas y debilidades. Como menciona Mourinho, me parece claro que la única manera de encontrar nuestros límites es similar a lo que pasa con un vehículo. ¿Cómo saber hasta donde da el motor de mi carro? ¿Cómo saber la velocidad máxima del mismo?

Realmente solo existe una forma de saberlo y es pisar el acelerador a fondo y descubrirlo por nosotros mismos. Tiene riesgos y un consumo de recursos, pero me parece es la única manera de saberlo y también de alguna manera encontrar paz.

Michael Jordan dijo en su discurso del salón de la fama que los límites, como los miedos, son frecuentemente una ilusión. Ayrton Senna también compartió: “tan pronto como tocas este límite, algo sucede y de repente puedes ir un poco más allá. Con tu poder mental, tu determinación, tu instinto y también la experiencia, puedes volar muy alto“.

A poner el pie en el acelerador.