Hoy empezaremos a analizar un estado de cuenta de una tarjeta de crédito. En este caso, veremos qué lo compone y sus partes más importantes.
Para ejemplificar, utilizaremos los colores de un semáforo: el verde denota datos informativos y que no deben preocuparte. El amarillo es donde debes de poner atención y el naranja es un poco más importante. El rojo es donde hacen su negocio los bancos, en la tasa de interés que cobran.
También en azul, pongo (en el caso de este banco) algunos datos que deben incluirse y que te ayudarán a tomar mejores decisiones con respecto al uso de tu tarjeta de crédito.
Verde: lo que debes saber pero no debe preocuparte.
Aquí tenemos tu límite de crédito o el monto total máximo que te presta el banco. Después de este número, por más que pases tu tarjeta se declinará la operación. Normalmente va subiendo (o bajando) de acuerdo a tu historial crediticio. Si es bueno, te prestarán más y viceversa. Tenlo muy presente para que no quieras comprar un carro con un límite de $10,000.
Amarillo: lo que hay que saber y debes no perder de vista
Aquí en la parte de arriba te menciona lo que debes de pagar para NO (en mayúsculas) generar intereses. Esto quiere decir que estás pagando todo el capital y no dejas nada que pueda generar intereses. A esto se le llama ser “totalero” y es lo más recomendable. Más adelante explico cómo calcular los intereses.
También se incluye tu saldo anterior y las compras realizadas, para que verifiques y todas sean tuyas.
Rojo: Lo que debes de evitar y dónde los bancos hacen su negocio
El mínimo a pagar: esto puede funcionar como una trampa. Recuerda que debes de liquidar el total de lo que pediste prestado. Todo aquello que no pagues, generará intereses. ¿A qué tasa? Pues depende del banco y del tipo de tarjeta, pero en este caso a una tasa de 3.58% mensual, o 42.99% anual. Si pagaras sólo el mínimo te tardarías 5 meses en liquidar tu deuda, en un procedimiento muy parecido a una amortización (utiliza el valor del dinero en el tiempo: VP = -1,122.07, VF = 0, PMT = 250, i = 3.58, despejando n)
Con esto acabarías pagando 17.90% de interés en 5 meses por lo que te prestaron.
¿En dónde se pone fea la cosa? Cuando en el transcurso de esos 5 meses vuelves a pedir prestado. Esto significa que la bola de nieve se hará más grande, porque habrá más capital generando intereses. Y así puedes llevarte años pagando intereses y haciendo muy felices a los bancos.
En este caso, no hay tasa moratoria, pero si la tienes, normalmente es más alta que la tasa de interés anual, por lo que si no pagas, deberás pagar a un interés (todavía) más alto.
Azul: información que debe incluirse en tu estado de cuenta
Aquí se incluye información como cuánto te tardarías pagando sólo el mínimo y también la cantidad a pagar por mes si lo quisieras liquidar en un año.
Identifica bien los componentes de tu estado de cuenta, para saber por qué estrategia seguir en caso de que estés en problemas. En el próximo post hablaré de las estrategias a seguir para evitar y salir de problemas con las tarjetas de crédito.
No olvides checar el artículo del valor del dinero en el tiempo, te hará entender con sencillez los cálculos que aplican para tu estado de cuenta. ¡Piérdele el miedo (no el respeto) a los números!
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