Seguramente has escuchado (o participado alguna vez) en la famosa “tanda”. Para aquellos que desconozcan el término, una tanda es un método en el cual varias personas depositan dinero periódicamente para juntar la cantidad y asignársela por turnos. Es un método muy frecuente pero, ¿realmente funciona?
Motivación para entrar
Para entrar en una tanda la motivación más frecuente es la recepción del dinero que se junta de todos los que participan. Digamos que entran 3 personas con $1,000 cad uno. En cualquier orden que me asignen, en alguna ocasión yo recibiré 3,000 pesos. Suena bien ¿no? Pero analizando las cosas, quizá no sea tan conveniente.
Los números
Una tanda es la prueba fehaciente de que nos hace falta disciplina. Supongamos que en lugar de repartir esos $1000 pesos cada periodo que te toca, decides hacer lo mismo pero para tu cuenta. Si no tocas ese dinero, en la misma cantidad de periodos podrás tener el total: $3,000 sin necesidad de nadie más.
Ahora utilizando el valor del dinero en el tiempo: Piensa en la pérdida de valor del dinero. Los precios en el supermercado (por ejemplo) varían mes con mes. Es casi seguro que lo que compras en enero con $3,000 pesos no te alcanzará para comprar exactamente lo mismo con esa cantidad en junio o diciembre. Suponiendo una tasa de inflación de 4% anual, esto es lo que sucede cuando recibes tu dinero. En el ejemplo, los $3,000.
Ahora también supongamos que inviertes tus pagos (que destinarías a la tanda) de forma periódica en cualquier instrumento. Ya sean Cetes, bonos, o fondos, ganarás algo, que NO ganarías destinando tu pago para que lo usen otras personas. Aquí el ejemplo ilustrado imaginando Cetes 4%. (Recuerda que es un ejemplo ilustrativo, suponiendo que el 4% es tasa real: encima de la inflación)
Sin duda la carta fuerte de las tandas es que si te tocan los primeros números puedes financiarte rápido y sin intereses. Esto es parcialmente correcto, pero recuerda que el dinero tiene que devolverse, con o sin intereses. Por esto a pesar de que te toquen los primeros número y lo disfrutes primero, tienes que volver a pagar lo que ya utilizaste. Recuerda que el dinero pierde valor con el tiempo por lo que reponer 1,000 es más caro con el tiempo.
Por último, dejando a un lado los números, hablemos de 2 factores en las tandas: tu disciplina y la relación con las demás personas que entran en la tanda. ¿Realmente necesitas que alguien lleve las cuentas y tu ahorro por ti? Segundo, si fallas en alguno de tus pagos ¿valdrá la pena arriesgar tu reputación con esas personas? La respuesta la tienes tú.
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