Vivimos en un mundo donde todos quieren sus resultados rápido y fácil. El ámbito financiero no se queda atrás y rodeado de tantos asesores, productos y servicios financieros, todo se reduce a una cosa: Tu dinero es como un trozo de carne en un mar rodeado de tiburones.
Por ello, aquí van los 3 sencillos pasos que debes de tomar en cuenta para manejar tu portafolio de inversión.
Planeación
Toda gran proeza comienza con una buena estrategia. En este paso hay que empezar con un análisis de las siguientes variables:
- Tolerancia al riesgo – ¿Cuánto estás dispuesto a arriesgar? (Aquí un artículo para descubrir tu nivel de tolerancia al riesgo)
- Objetivos de rendimiento – ¿Qué porcentaje buscas obtener?
- Tiempo de la inversión – ¿Cuánto tiempo puedes dejar tu dinero creciendo? (sin tocarlo)
- Pago de impuestos – ¿Buscas deducir impuestos?
- Necesidades de liquidez – ¿Vas a necesitar el dinero pronto?
- Sólo o acompañado – ¿Vas a invertir sólo o con asesor? Aquí las características esenciales de un buen asesor.
Después de todo esto, se debe ponerlo todo por escrito, para dejar un registro de tus objetivos y lo que se puede o no hacer. Esta será la regla con que se medirán tus resultados. Puede actualizarse cada 2 o 3 años, y hay que revisarla al menos cada año.
Ejecución
Es momento de poner el plan a trabajar. Aquí hay que analizar las características de riesgo y rendimiento de los instrumentos que planeas utilizar, para saber cuánto y cómo invertir en cada cosa. Se recomienda hacer un análisis de arriba- abajo es decir, analizando desde las variables macroeconómicas como el PIB, inflación, tasas de interés, para ir sacando los tipos de instrumentos más atractivos.
Normalmente se puede diversificar en varios instrumentos, como efectivo, instrumentos de deuda, acciones, hedge funds, bienes raíces, etc. De ahí es necesario identificar los activos específicos más atractivos, y es necesario buscar aquellos que estén subvaluados para ganar con la apreciación.
La retroalimentación
El paso final. A lo largo del tiempo, las circunstancias que tenemos como inversionistas cambian, lo que toleramos de riesgo, nuestros objetivos. Es por esto que es válido cambiar los porcentajes que utilizas de cada tipo de instrumento en tu portafolio. Busca ajustar y rebalancear tu portafolio periódicamente ajustándote a tus objetivos. Compáralo con tu plan por escrito y realiza los cambios que creas necesarios.
Nota: Hacer muchos cambios en un corto periodo de tiempo es poco efectivo, por la comisión de entrada y salida. Respeta tu plan y déjalo trabajar mínimo 1 año antes de hacer ajustes.
Recuerda que tu portafolio de inversión es un traje a la medida. Habla con confianza y ábrete a tu asesor o contigo mismo. Lo más importante es que estés cómodo y encaminado en la dirección correcta. No te dejes llevar por consejos al ahí se va, sino de personas que te escuchan y han cumplido los requisitos antes mencionados.
Ahora si, ¡Mucho éxito con tus inversiones!
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