En un mundo en el que todos las compañías financieras se pelean los clientes, la carta fuerte más utilizada para atraer clientes es la de los rendimientos. “El año pasado obtuvimos tanto” o “Creemos que el año siguiente nuestro producto generará tanto”. Cuando nos la pintan de este modo, dejamos de ver los riesgos y en lo único que pensamos es en ese número mágico. ¿Qué pasa cuando no es así? ¿De quién fue la culpa?
Warren Buffet describió hace algunos años que su proceso de inversión era simple: empresas que pudiera entender y que estuvieran dentro de su círculo de competencia. “Lo importante no es qué tan grande es tu círculo, sino que tan bien puedes definir los parámetros o límites del mismo” dijo en una entrevista. Aunque parece sencillo, este consejo tiene mucho fondo.
Cuando no te queda muy clara la forma en la que un negocio, un esquema o un producto financiero genera dinero, la responsabilidad recae totalmente en los que compramos. Algo así como el dicho “La culpa no la tiene el indio, sino el que lo hace compadre.” ¿Cómo puedes evitar hacerte “compadre” de un producto o esquema sin valor?
- Utiliza tus fortalezas
Todos somos expertos en cierta área. Utiliza esto a tu favor. Pregúntate qué tipo de negocios entiendes bien, cuáles te gustaría entender mejor. Si has tenido experiencia con algún tipo de inversión anterior, esto también juega a tu favor.
- Define los límites del círculo
¿Qué área de plano no entiendes? Si te llaman de un banco con una nota estructurada con excelentes rendimientos, pero no entiendes como le hicieron, entonces no pongas tu dinero ahí. Pregunta clave: ¿Qué áreas de plano no entiendo por el momento?
- Busca opciones
Ahora que has definido donde puedes invertir y donde no, buscar opciones es más fácil, porque eliminas un gran número de golpe. Es momento de buscar aquellas que entiendes, que tienen buenos prospectos de largo plazo, que pudieras explicarle a un alumno de primaria y con la que te sientas cómodo.
- Expande tus límites
Si algo es cierto, es que como humanos tenemos una gran capacidad de aprendizaje. El que no domines un tema por el momento, no significa que no puedas aprenderlo si te lo propones. Existen muchos libros, audiolibros, artículos y videos acerca de ese tipo de inversión que te llama la atención pero no entiendes del todo (por ahora).
Con estos parámetros, invertir será mucho más sencillo. Esto también funciona del otro lado, cuando tienes que pagar algún producto, como un crédito. Entender lo que estás pagando, cómo y cuando hará mucho más placentero el viaje.
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