“Soy un mejor inversionista porque soy un hombre de negocios, y soy un mejor hombre de negocios porque soy un invesionista.” – Warren Buffett
No hay como aprender haciendo. Hace unos años, invertí en un negocio de proteínas. A primera vista, era un gran negocio: buenas ventas, márgenes atractivos y una demanda sostenible. ¿Por qué dejé de invertir en ese negocio? Aprender a distinguir entre la verdadera y falsa rentabilidad es clave para cualquier inversionista. También hablaré un poco sobre el retorno sobre capital invertido, o ROIC, que es una de las métricas clave de cualquier negocio y cómo utilizarla como hombre de negocios e inversionista.
La idea sonaba muy bien: introducir al mercado una proteína extranjera, a un costo accesible y con un buen margen que era directamente negociado con el productor. Los primeros meses fueron (mejor que) buenos: lo que tenía pensado vender en un periodo de 3 meses se vendió en 3 semanas. Y así fue como poco a poco me fui involucrando más y extendiendo las operaciones a no solo mi ciudad, si no a nivel nacional.
Las cosas iban muy bien, sin embargo, empecé a notar un patrón: si quería vender más, tenía que comprar cada vez más inventario, de modo que casi toda mi utilidad se veía re-invertida en el negocio, en una especie de círculo vicioso. Al mismo tiempo, y como sucede en el capitalismo, la creación de un nicho con alta demanda atrae a la competencia. De modo que tenía a más proveedores haciendo lo mismo, cada uno con la discreción de fijar el precio que más les convenía. La conclusión era simple: la guerra de precios iba a comenzar.
Como dueño de la operación tenía algunas alternativas:
- Elevar los precios a los clientes y quedarme con más margen de utilidad, a expensas de perder participación de mercado
- Reducir los precios y bajar mi margen con la esperanza de adquirir más participación de mercado
- Reducir las compras de inventario para satisfacer la demanda solamente (sin ganar participación de mercado ni introducir nuevos productos) y quedarme con la utilidad, sin re-invertir en el negocio.
Aquí fue donde varias de las lecciones de Buffett y Munger empezaron a resonar en mi cabeza:
“Existen dos tipos de negocios: El primero gana 12%, y puedes extraerlo al final del año. En el segundo ganas 12%, pero todo el efectivo excedente debe de ser re-invertido- casi nunca hay efectivo. Me recuerda al tipo que mira a su mobiliario y dice: “Ahí está toda mi utilidad.” Odiamos ese tipo de negocios.” – Charlie Munger
“Por ejemplo, cuando estábamos en el negocio textil… un día se le acercaron a Warren y le dijeron: “Acaban de inventar un nuevo molino que creemos hará el doble de trabajo que los antiguos. Y Warren dijo: “Espero que eso no funcione, porque si funciona, voy a cerrar la fábrica” Y hablaba en serio.
¿A qué se refería Warren? Él estaba pensando: “Es un mal negocio. Estamos obteniendo rendimientos sub-estándar y manteniendo el negocio abierto solo para ser bueno con los trabajadores veteranos. Pero no vamos a poner grandes cantidades de capital nuevo en un negocio mediocre.”
Y el sabía que los grandes incrementos en productividad que vendrían con una mejor máquina se irían completamente a beneficio de los compradores de los textiles. Nada se quedaría en las costillas de los dueños.
Es un concepto tan obvio – que existen todo tipo de nuevos inventos que no te dan como dueño nada más que la oportunidad de gastar mucho dinero en un negocio que seguirá siendo malo. A pesar de esto, el dinero no irá hacia ti. Todas las ventajas de estas grandes mejoras se irán directo a los clientes.” – Charlie Munger
“El mejor tipo de negocio para ser dueño es aquel que a lo largo de un periodo extendido de tiempo puede emplear cantidades adicionales grandes de capital a tasas muy altas de rendimiento. Los peores tipos de negocios son aquellos en los que el dueño debe, o hará, lo opuesto, que es emplear de forma consistente cantidades grandes de capital a tasas muy bajas de rendimiento.” – Warren Buffett
“Las decisión más importante al evaluar un negocio es si tiene “pricing power” o poder de fijación de precios. Si tienes el poder de subir los precios sin perder negocio contra tu competencia, tienes un muy buen negocio. Y si tienes que tener una sesión de rezos antes de subir el precio 10%, entonces tienes un negocio terrible.” – Warren Buffett
Después realizar mis últimas ventas y liquidar el inventario, decidí dejar de ofrecer las proteínas y asignar ese capital en otras ideas. Las lecciones que me llevé me han servido no solo en nuevos negocios, sino también como inversionista:
- El rubro de ventas y su crecimiento es importante, pero lo más importante es saber cuánto dinero deja la operación: lo que llaman free cash flow.
- A menos que existan protecciones claras (patentes, licencias, contratos de exclusividad), un negocio con márgenes atractivos atraerá competencia, y esto a su vez, bajará los márgenes hasta hacer el negocio rentable pero no de forma extraordinaria. En este proceso (también llamado competencia perfecta), varios competidores saldrán hasta dejar a alguno dominante. Esto tiene un costo alto para el competidor dominante. Un buen ejemplo es Amazon en retail, que por años sacrificó márgenes por participación de mercado.
- Una muy buena forma de medir los requerimientos de capital adicionales y su impacto en la rentabilidad es el ROIC o retorno sobre capital invertido. Este es calcula como EBIT (utilidad operativa) / capital invertido. Capital invertido = Activos fijos + activos circulantes – pasivos circulantes – efectivo. Esta métrica nos dice si el negocio es realmente rentable o no. Damodaran detalla cómo calcularlo aquí.
- El mejor tipo de negocio es aquel que requiere poca inversión de capital y deja flujo disponible para lo que el dueño decida. Si un negocio requiere re-inversión continua, se parece a un adicto que gana dinero solo para volver a comprar lo que necesita y satisfacer su adicción. Este círculo vicioso es peligroso y no rentable. Al final de cuentas, este negocio era rentable para el productor, no para los vendedores. Esto me recuerda a la controversia de Herbalife y si es una pirámide. En mi opinión, Herbalife SI tiene compradores: son los vendedores que lo vuelven a vender a menudeo.
- El pricing power es fundamental. Como menciona Buffett, no poder subir el precio sin perder participación de mercado no solo es frustrante, es lamentable como inversionista.
- Las nuevas ideas o tecnología son relevantes SI y SOLO SI, dejan más dinero a los dueños. De otro modo, son ficticias porque transfieren todo el beneficio a los compradores. Esta es una nueva forma de ventaja competitiva, pero tiene un alto costo, como mencioné aquí.
Todas estas lecciones me han servido mucho para identificar mejores negocios y entender las dinámicas que enfrentan en sus operaciones. La inversión representó una gran enseñanza y el mejor curso que pude tener, ya que no hay nada como pensar, ponderar y tomar las decisiones sobre un negocio de forma directa. Como menciona Buffett, ser un hombre de negocios nos hace mejores inversionista y viceversa.
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