¡Qué año! Algunas lecciones del 2020

Cada año tiene sus retos y el 2020 no fue la excepción. En particular, la pandemia nos orilló a modificar nuestras formas de hacer muchas cosas y eso sin duda fue un reto que recordaremos por mucho tiempo. Decía Sócrates que la vida sin examinar no vale la pena ser vivida. Aquí te comparto algunas de las lecciones más importantes que me dejó este año, acotadas al tema de finanzas. (Me parece que en el plano personal, todos entendimos la importancia de la salud, la familia y el estar presentes, entre otras cosas).

Entrando a detalle, este año fue más de re-aprender o aplicar lo ya aprendido, más que de incorporar cosas nuevas. Esto va muy en línea con lo que comentaba Borges: “Yo he tratado más de releer que de leer. Creo que releer es más importante que leer, salvo que para releer, se necesita haber leído.” (Por cierto, lo que leí/releí en el año está aquí)

  • La opcionalidad del efectivo y/o la importancia del ahorro – Bien dicen que hay que aprovechar las caídas del mercado para comprar activos que generalmente no cotizan a valuaciones atractivas. Sin embargo, este comentario implica que tenemos dinero disponible para invertir en primer lugar. El ahorro es vital para poder sentarnos en la mesa a invertir y a pesar de que un mercado alcista (como en los últimos años) tienta y llama a estar completamente invertidos, es prudente hacerlo únicamente si compramos a valuaciones atractivas. En general, esto sucede en las grandes correcciones o con algún evento particular (y adverso) para alguna empresa. Lamentablemente, como muchas cosas en las inversiones, el conocer el porcentaje de efectivo ideal es más arte que ciencia. Después de experimentar un poco diría que el número de opciones para invertir con margen de seguridad es un buen termómetro del mercado: Si encontramos muchas opciones para invertir, es probable que el mercado esté en una corrección, lo que implica mayor margen de seguridad y esto permita hacer más (y mejor) uso del efectivo disponible y viceversa. Sin duda mantener efectivo a la mano parece costoso, pero no tenerlo cuando afloran las oportunidades es aún más. Por eso la frase de Charlie Munger de combinar mucha paciencia (tener efectivo y no asignarlo) y mucha agresividad (asignarlo rápido y con convicción cuando hay oportunidades), tiene tanto sentido.
  • Pensar en probabilidades – Alguna vez recibí un gran consejo: anota tu tesis de inversión, piensa en lo bueno y malo que pueda pasar, acótalo a algunos escenarios y asígnales una probabilidad. Con la retrospectiva nos damos cuenta que a veces pasan cosas que nunca imaginamos, y es en esas reflexiones que crecemos como inversionistas. Esta práctica me parece muy útil (y buena para la humildad) y sin duda la recomiendo mucho. En el caso de las tesis de inversión, es importante pensar en los riesgos de cola, por ejemplo: ¿cuál es la probabilidad de extinción y supervivencia de X empresa en este entorno? Estresar los fundamentales es un gran ejercicio para contestar estas preguntas.
  • Tener en mente las tasas base – Las tasas base, o base rates, nos indican qué tan frecuente es algún evento con respecto a la historia. Por ejemplo, si mi tesis es que X empresa de comunicaciones con market cap de 1 billón de USD mejorará su margen EBIT de 10 a 15%, puedo irme a investigar cuántas veces ha pasado algo similar en Estados Unidos. Algo que este año me ayudó mucho fue voltear a ver lo que ha pasado con las crisis de deuda en el mundo (con un gran estudio realizado por Ray Dalio en su libro Principles for Navigating Debt Crises). El libro nos da muchas bases para entender qué activos caen, suben y cómo se comportan cuando nos enfrentamos a una crisis de deuda (inflacionaria o deflacionaria). Tener en mente estas base rates puede hacer la diferencia entre un acierto y un error al invertir, y también nos abre los ojos al comportamiento pasado para pronosticar el futuro. Si bien nunca vemos una réplica exacta, sin duda hallamos parentescos interesantes entre distintos eventos de la historia.
  • El dinero se hace en la incertidumbre – Ya analizamos la historia, la compañía. Tenemos un estimado de valor y encontramos margen de seguridad. Sin embargo, el precio sigue cayendo. ¿Y si me espero a que deje de caer? Una de las lecciones más importantes de este año (y de la historia) es que las mejores inversiones se hacen con el mayor grado de incertidumbre y por ende, de incomodidad. Recordemos que lo que distingue a los inversionistas buenos de los excelentes es el temperamento, más que el coeficiente intelectual. El gen de ir contrario a la corriente puede pulirse con la práctica. En un mundo con tanta información, los espacios para adquirir grandes activos a buenos precios es limitado. El mercado siempre da oportunidad, pero no hay un repique de campanas cuando el momento ideal para jalar el gatillo llegó y nadie va a avisarnos, así que la voz que en debemos seguir es la nuestra.
  • Precio no es sinónimo de valor – ¿Cómo es que las empresas más grandes del mundo pueden cambiar de valor tanto durante un año? Si bien es cierto que las perspectivas del futuro cambian, las operaciones fundamentales y el core de los negocios no cambiaron significativamente durante este año (para TODOS los negocios, sin duda para algunos sí). Por eso es vital tener una noción de cuánto valen los activos, para compararlos con su precio y saber cuando podemos aprovechar las oportunidades para vender caro o comprar barato. Al igual que cuando compro y vendo en un mercado físico, la noción del valor de lo que quiero comprar o vender es mi activo más importante.
  • La suerte y la habilidad son indistinguibles en el corto plazo – Algo que he pensado mucho es que este año terminó siendo estelar en cuanto al mercado accionario y pobre para la economía. Aunque la conexión entre ellas no siempre es uno a uno, la desconexión total nos deja (a algunos) rascándonos la cabeza. Algo muy importante es que tengamos la noción de qué nos hizo obtener el resultado que tuvimos este año. ¿Fue habilidad o suerte? La retroalimentación que recibimos en el mercado no siempre es clara. Por eso la importancia de escribir nuestras tesis y lo que pensábamos iba a ocurrir, porque así podemos entender y distinguir entre suerte y habilidad. Dice Taleb que la suerte es el gran igualador en la vida y es cierto. Por el otro lado, también es cierto que la confianza se basa en ser consistentes a través del tiempo. Al final, si queremos seguir en el juego tenemos que pensar en lo más importante: sobrevivir. Y para lograrlo, es vital no depender de la suerte, sino tener un sistema (mental, físico o práctico) que nos enseñe en dónde estuvieron nuestros errores y aciertos, además de la voluntad de enterrar la nariz en nuestros errores, como dice Charlie Munger. Invertir es emocionante porque nunca acabamos de aprender, tanto del universo para invertir (las empresas y activos), como de nosotros mismos.
  • El mercado siempre da revancha – Tener un wishlist de activos es bueno porque aunque parezcan inalcanzables por valuación, el mercado SIEMPRE dan revancha y las veremos cotizando a valuaciones atractivas. Incluso las empresas más seguidas y sólidas, se verán presionadas eventualmente. Nuestra labor es hacer la tarea de valuación y ser pacientes, esperando el momento correcto para actuar con decisión. Diría que este consejo también aplica para la vida misma y es nuestra responsabilidad estar listos par aprovechar las (es cierto, escasas) segundas oportunidades.
  • El free cash flow manda (CREAM) – El flujo libre de efectivo, o lo que realmente nos queda como socios de la empresa es lo más importante. Su durabilidad y uso con las otras dos variantes a analizar en cada caso. Como el acrónimo Cash Rules Everything Around Me (CREAM), esta es la variable en la que debemos enfocar todo nuestro esfuerzo.
  • La narrativa y los siguientes 12-18 meses son los que importan – El mercado valúa basándose en las expectativas del futuro, y como regla de dedo usa los siguientes 12-18 meses para hacerlo. No importa lo que haya hecho la empresa incluso ayer, lo relevante y lo que mueve los precios siempre involucra el futuro. Esto se conecta bien con el punto anterior porque entender cuánto dinero tendremos como socios en el futuro cercado es lo más importante. Esta idea va muy de la mano con los comentarios de Stanley Druckenmiller sobre acompañar esto con la premisa No pelearse con la Fed. Esto quiere decir que el banco central, a través de su políticas monetaria y fiscal dicta el ritmo de los ánimos de los mercados.
  • Ningún hombre es una isla – He tenido la gran fortuna de encontrar oídos para mis ideas. Cuando lo solicito, me dan su franca opinión. A veces, están de acuerdo, a veces no. Tener a alguien que nos ayude con su franqueza a rebotar ideas es uno de los regalos más grandes de la vida. No solo porque articular ideas ya nos ayuda con la organización, sino porque ese rebote generalmente destapa puntos débiles y/o importantes a revisar antes de continuar. Creo el único requisito es tener la mente abierta y la idea clara de que podemos estar equivocados, además de dejar el orgullo de lado con la idea de encontrar la verdad. Por último, pensar que en toda relación las cosas deben fluir en dos sentidos, así que ofrecer ese tiempo también es muy relevante (y útil), ya que escuchando también podemos aprender y ayudar mucho.

Espero este 2021 traiga muchos éxitos y oportunidades de aprender. ¿Qué lección te queda de este 2020 que te acompañará por siempre?

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