Con los avances de la tecnología cada vez se complica más distinguir la señal del ruido. Vivimos bombardeados de la idea de que más es mejor y que la única manera de avanzar en nuestros caminos es obteniendo más y mejores visiones sobre el futuro. Recientemente me encontré esta frase de Jeff Bezos, el fundador de Amazon, y me parece vale la pena compartirla.
“Frecuentemente recibo la pregunta: “¿Qué va a cambiar durante los siguientes diez años?” Esa es una pregunta muy interesante.
Casi nunca recibo la pregunta: “¿Qué es lo que no va a cambiar durante los siguientes 10 años?” Y te confieso que la segunda pregunta es en realidad la más importante de las dos.
Puedes crear una estrategia de negocios alrededor de las cosas que son estables en el tiempo. En nuestro negocio de ventas, sabemos que los clientes quieren precios bajos, y sabemos que eso va a ser válido en 10 años. Quieren entrega rápida; quieren una selección de productos vasta. Es imposible imaginar un futuro 10 años a partir de hoy donde un consumidor llegue y nos diga: “Jeff, me encanta Amazon, solo me gustaría que los precios fueran un poco más altos.” O, “Amo Amazon, solo quisiera que entregaran un poco más lento.” Imposible.
Entonces sabemos que la energía que pongamos en estas cosas hoy seguirán pagando dividendos para nuestros clientes 10 años a partir de hoy. Cuando tienes algo que sabes que es verdadero, incluso en el largo plazo, puedes darte el lujo de dedicarle mucha energía.”
Creo la reflexión de Bezos tiene 3 puntos muy importantes:
- Nuestro enfoque debe estar en lo que seguirá siendo vigente a lo largo del tiempo, más que en las modas
- Los rendimientos de decidir invertir tiempo y esfuerzo en lo que seguirá siendo vigente tienden a ser mayores que cuando elegimos algo de corto plazo
- La elección no es sencilla: los resultados de invertir en aquello que seguirá siendo vigente en muchos años generalmente son invisibles en el corto plazo, lo que puede generar incomodidad o desesperación
Todavía de forma más importante, me parece que el comentario de Bezos no aplica solamente en el mundo de los negocios, pero también en nuestras amistades, relaciones y hasta pasatiempos. Lograr tener dominio de las habilidades fundamentales en cualquier actividad lleva tiempo, pero es la mejor inversión que podemos hacer.
Me parece que en la práctica la mejor manera de aplicar el consejo de Bezos consiste en un concepto muy similar al que menciona Ray Dalio en Principles sobre el progreso:
- Tener clara la visión de mediano/largo plazo que queremos y definir objetivos
- Encontrar problemas aprendiendo, desarrollando o implementando pasos en esos objetivos
- Realizar diagnósticos sobre las causas de los problemas
- Diseñar soluciones y mejoras
- Implementar y volver a empezar, ahora desde una base mayor de experiencia y conocimiento

Parte del reto de invertir tiempo y energía en metas de largo plazo es la capacidad de seguir adelante incluso sin ver resultados de corto plazo. John Huber ha escrito sobre el arbitraje de tiempo, o la ventaja que tenemos cuando elegimos ser pacientes y seguir enfocados en el proceso, sobre todo de cara al cortoplacismo que nos ha generado la vasta disponibilidad de información.
El combinar metas de largo plazo con la paciencia y disciplina para adquirirlas nos lleva a usar una de las reglas matemáticas más poderosas: la del interés compuesto. Naval Ravikant lo define bien en el siguiente tweet:
Los grandes rendimientos en la vida, como la riqueza, relaciones y conocimiento se benefician del interés compuesto a través del tiempo. Todo surge de una visión y las ganas de actuar en consecuencia. Como todo en la vida, hay trade-offs y costos de oportunidad en cada decisión. Sin embargo, detenernos a pensar en lo que queremos lograr y en diseñar los pasos para lograrlo marcan una gran diferencia, particularmente en un mundo en el que la atención es cada vez más demandada (y escasa).
A pesar de que suena sencillo, poder contestar la pregunta ¿Qué quiero lograr en X años? generalmente es más difícil de lo que parece. Por el otro lado, carecer de una noción puede generar un gran desperdicio de tiempo. Tomarnos el tiempo de reflexionar es fundamental y las preguntas de Bezos sobre qué es lo que nos gustaría ver en el futuro (en el trabajo, relaciones, salud) son de gran ayuda para echar volar la imaginación. Es importante no olvidarnos de que amar el proceso es fundamental, ya que aunque las metas y el alcanzarlas es satisfactorio, generalmente el sentimiento que generan se disuelve rápido. Retomando lo que menciona Dalio, generalmente después de alcanzar una meta podemos distinguir algunas más grandes y más retadoras, en un proceso que no termina. Amar el proceso termina siendo mucho más sostenible, emocionante (y menos frustrante) que el amar únicamente las metas.
Por último, Naval menciona que el juego de largo plazo es para jugarse con personas que piensan de forma similar. Imaginemos la cantidad de desgaste y fricción ahorradas cuando compartimos una visión con personas que tienen un enfoque de construir algo duradero a través del tiempo. Cierto, probablemente definir lo fundamental de los objetivos en común requiera más tiempo en la planeación, pero la ejecución se torna mucho más fluida y fructífera. Como Buffett mencionaba, para poder tener relaciones de calidad excelente, es necesario dejar pasar muchas de calidad buena o regular. Todo consiste en la visión, alinear nuestro comportamiento hacia ello y marchar con la certeza de que vamos progresando en el camino.
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