¿Cómo funciona invertir? Voy a responder esta pregunta guiándome por la frase que se le atribuye a Einstein: “Todo debe hacerse lo más simple posible pero no más que eso.” Para explicar usaremos ejemplos del mercado accionario, pero los principios aplican para cualquier clase de activos.
Joel Greenblatt tiene quizás la mejor definición de lo que es invertir: Averiguar cuánto vale algo y pagar mucho menos por ello.
Naturalmente, el truco viene con la pregunta lógica posterior: ¿cómo defino cuánto vale realmente un activo? Para efectos prácticos, a ese valor real le llamaremos valor intrínseco.
Recientemente hablamos sobre las diferencias entre el precio de mercado y el valor intrínseco, ya que existe un debate sobre si la diferencia existe o no. La respuesta es depende, ya que en el corto plazo puede haber diferencias importantes que un buen inversionista tiende a aprovechar.
Las acciones representan pedazos de empresas y éstas producen flujos de efectivo al operar. Por ejemplo: Una empresa recibe efectivo al vender un producto, y al mismo tiempo tiene que pagar costos y salarios. Warren Buffett mencionó en el famoso Owner’s Manual que:
El valor intrínseco es un concepto primordial que ofrece el único enfoque lógico para evaluar el atractivo relativo de inversiones y negocios. El valor intrínseco puede ser definido simplemente: Es el valor descontado del efectivo que se puede obtener de un negocio durante lo que le resta de vida.
Warren Buffett
El método que menciona Buffett se llama flujos de efectivo descontados o DCF por sus siglas en inglés. A pesar de que es mecánicamente un método simple, conlleva las premisas de cada analista y por consecuencia, puede arrojar valores muy distintos. Buffett incluso da una advertencia:
El cálculo de valor intrínseco, sin embargo, no es tan simple. Como la definición sugiere, el valor intrínseco es un estimado y no una figura exacta… dos personas viendo el mismo set de datos… casi inevitablemente obtendrán al menos ligeramente diferentes estimados de valor.
Warren Buffett
Para ejemplificar lo que Buffett está queriendo decir: Imaginemos que a dos artistas les pedimos replicar un cuadro famoso. Sin lugar a duda, las dos personas por su grado de habilidad llegarán a resultados similares, pero nunca iguales. El arte forma parte de una valuación debido a que cada persona tiene diferente experiencia, conceptos e ideas sobre el futuro del negocio.
Determinar el valor presente de todos los flujos de efectivo de un negocio inplica mirar todos los diferentes aspectos de un negocio: sus estados financieros históricos, su rentabilidad, la estabilidad de sus operaciones, su fortaleza y solidez financiera, su posición competitiva, pensar de manera conservadora sobre sus prospectos en el futuro (entre otras cosas) y juntarlo todo en un único dato.
Cómo minimizar errores
Es muy importante aclarar que un buen inversionista no es aquel que no se equivoca y/o alguna vez pierde dinero. El buen inversionista es aquel que pierde poco dinero cuando erra y gana mucho dinero cuando acierta. El tamaño de las posiciones es fundamental y debe ir de la mano con las probabilidades que veamos a nuestro favor, esto es: apostar fuerte con buenas probabilidades y poco cuando la incertidumbre es alta.
En mi experiencia, una buena forma de minimizar errores de criterio es entender cómo se ven las tendencias normalizadas de una empresa para los flujos de efectivo (tomando en cuenta ya lo que gasto para mantener o mejorar mi posición competitiva). Esto requiere gran habilidad y actitud conservadora, ya que (como hemos mencionado aquí), en las inversiones lo que importa es el futuro.
Para poder visualizar una empresa hacia adelante, es importante definir nuestro círculo de competencia o aquellos sectores en los que nos sentimos cómodos y/o tenemos algo de nociones. Aquí el único salvavidas es la honestidad intelectual.
A pesar de que cualquier persona puede analizar cualquier negocio, ninguna persona puede analizar todos los negocios. Saber reconocer cuando algo está más allá de nuestro alcance es importante. Claro, esto no quiere decir que no podamos aprender al respecto, sólo significa que debemos invertir el tiempo para dominar el tema.
Por último, usar el concepto de margen de seguridad es la primera línea de defensa en la ejecución de nuestra idea de inversión.
Vagamente correcto > Precisamente incorrecto
En mis primeros años invirtiendo tenía una fascinación por los modelos DCF y particularmente por los modelos muy elaborados. Existía una mezcla de admiración y asombro ante tangibilizar una empresa en una hoja de Excel.
Me parece que entender la mecánica de un modelo es muy importante, pero como dicen los analistas experimentados: un modelo sólo puede ser tan bueno como los inputs y los supuestos. Existe una frase en inglés que dice Garbage in, garbage out, que creo lo define bastante bien. Conforme ha pasado el tiempo, he ido enfocándome (y pasando tiempo) más en leer, entender y pensar sobre la empresa que en la parte mecánica.
Ha ido quedándome más claro que toda tesis de inversión tiene 2 o 3 puntos clave (a lo mucho) y que lo importante es entender bien las dinámicas de estos.
Una vez que tenemos un buen entendimiento, no hacen falta matemáticas elegantes, a veces los números no hablan, nos gritan el valor intrínseco. También me parece que un rango es mucho mejor que un cálculo con decimales, recordando que es mejor estar vagamente correcto que exactamente incorrecto.
Algunos inversionistas como Buffett o Pabrai mencionan que no usan más que papel y lápiz. (Personalmente yo sí necesito Excel :)) En un mundo complejo, la ciencia requiere de nuestro criterio e imaginación (además del abandono a la necesidad de precisión), dando paso al arte.
Leave a Reply